El desierto de Merzouga es absolutamente espectacular, luz, color, texturas... todo se queda corto. Pero antes de salir un poco de baile compartido a la música de tambores.
Y ahora sí, camino a las puertas del desierto donde todavía el suelo es piedra y roca aunque ya vamos visualizando la dura vida de los nómadas y algunas dunas.
Y ahora sí, dunas, arena y viento que va cambiando a placer...
Pero para adentrarnos aún más en el desierto nos subimos a lomos de los dromedarios.
Pero el desierto es mucho más, es ver entre las sombras y las texturas...
En este punto hicimos una parada para contemplar el atardecer desde las Dunas del Desierto de Merzouga.
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