Y, ¿qué decir de Iguazú? Absolutamente sorprendente y un lugar que no puedes dejar de visitar alguna vez en la vida. En primer lugar nos dirigimos a la Garganta del Diablo, el mayor salto del Río Iguazú que se deja entrever entre una gran espuma de agua y viento. Pero a cada paso que dábamos descubríamos muchas más caídas y saltos de agua. Y los saltos provocaban arcoiris en diferentes rincones. Espectacular, sólo un día tuvimos para visitarlo pero mereció la pena bañarse bajo las aguas del Iguazú, navegar por los rápidos, pararse entre la muchedumbre a intentar tomar una foto decente y compartir tantas cosas.
"... Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo..."